Según un dicho popular, los seres humanos no apreciamos o valoramos lo que tenemos, hasta que dejamos de tenerlo. Posiblemente y casi con total seguridad este dicho popular presente una verdad enorme.
Cuando un ser humano crece, existen cosas inamovibles, ciertos aspectos y materiales u objetos que damos por hecho, ciertos elementos que pensamos y realmente son esenciales, que por el simple hecho de su antigüedad o simpleza no valoramos correctamente, pero que si nos paramos a pensar que sería de nuestras vidas sin ellos, probablemente consideremos un problema su ausencia.
Uno de esos inventos de gran relevancia para el ser humano fue la construcción de pozos.
El ser humano desde sus primeros movimientos, ha necesitado el agua casi tanto como el aire que respira, además de sus propias necesidades de agua como persona, el agua era necesaria para el riego de los cultivos y satisfacer al ganado, cultivo y ganado del que el ser humano vivía. Gracias a la construcción de pozos el ser humano aumenta su disponibilidad de este bien natural por lo que ve en menor medida limitadas sus necesidades en cuanto a agua se refiere.
A raíz de la construcción de pozos mediante perforaciones en los estratos de la tierra, el ser humano comienza a tomar mayor independencia, ya que hasta entonces, solamente podía hacer vida en lugares cercanos a ríos, lagos y mares; siendo más o menos fértil la tierra de alrededor y disponiendo más o menos de animales para la caza, el agua era lo más esencial.
Una vez que el ser humano comienza la construcción de pozos, gracias a las perforaciones de pozos, cambia su vida, ya que le permite establecerse en un lugar concreto más rico en el resto de bienes naturales además de agua, como puede ser un cobijo, grandes cultivos etc.
No contentos con esto, el ser humano siguió dando vueltas a su nueva invención y decidió agrandar sus estancias, pero obviamente no iba a construir pozos cada 50 metros, además de la dificultad del transporte de agua, con lo que se comienzan a vislumbrar además de perforaciones de pozos, un sistema de canalización por el que mediante surcos en la arena o rocas el agua era llevada al lugar donde era necesitada.
Posteriormente conforme fueron mejorando la construcción de pozos, fueron mejorando los canales para transporte, usándose tubos de restos de ciertos árboles, como ocurría en China con bambú o en Egipto mediante palmeras.
Los restos más antiguos de perforaciones de pozos se encuentran en la antigua Persia, datando del siglo XII a.C.
Hoy en día este tipo de construcción sigue siendo muy útil en zonas rurales y de campos donde pasta el ganado y riego de cultivos. Como podemos observar, la construcción de pozosmediante perforaciones, cambió radicalmente la vida de nuestros ancestros y aún tras varios siglos, seguimos aprovechándonos de su sabiduría.