La construcción de edificios se está adaptando a las nuevas formas de vivir de la sociedad: espacios comunes, flexibles y múltiples instalaciones, con la idea de compartir espacios en una misma comunidad de vecinos.
La última innovación en el diseño de edificios es ofrecer más y mejores espacios comunes para mantener la calidad de vida de la comunidad.
En los proyectos se pueden observar dentro de los edificios nuevas incorporaciones como:
- Gimnasios e instalaciones deportivas al aire libre
- Salas de juegos infantiles
- Espacios para mascotas
- Salas o espacios CoWork
La integración de estos nuevos espacios genera más expectativas para los futuros compradores, ya que se establece el concepto de un mejor lugar para vivir y disfrutar. Pero ello también conlleva asociado una mayor preocupación por mantener en condiciones estos espacios comunes.
De ahí que la figura del administrador de fincas sea fundamental para organizar un buen uso y funcionamiento de las zonas compartidas por el vecindario para evitar conflictos.
Uso y disfrute de las zonas comunes
Son muchos los espacios comunes que tiene una comunidad residencial y que han de gestionarse de una forma correcta para el disfrute de todos los vecinos:
- Piscinas y jardines
- Zona de aparcamiento o garaje
- Fachada del edificio (aires acondiconados, toldos, cerramientos,…)
- Zonas de descanso
- Accesos
Es la propia comunidad de vecinos quienes a través de una junta han de marcar las normas de uso y horarios para poder disfrutar de estos espacios comunes. Los administradores de fincas se encargan del mantenimiento y de hacer cumplir esa normativa marcada por los vecinos.
En caso de conflicto entre el vecindario, el administrador de fincas debe mediar entre ambas partes para hallar la solución adecuada.
Las zonas comunes son responsabilidad de todos
En grandes edificios con numerosos bloques y viviendas, llevar una buena correcta gestión de toda la finca es tarea compleja. Por eso los administradores de fincas ofrecen servicios para asumir esa responsabilidad y quitarle ese trabajo a los propios vecinos.
Aunque la responsabilidad individual es fundamental para el buen funcionamiento del edificio, el administrador de fincas velará por una gestión responsable y profesional.
Situaciones que generan conflicto
No solo hacer un mal uso de los diferentes espacios o incumplir la normativa marcada por la propia comunidad de vecinos, sino además generar problemas de convivencia como ensuciar los espacios, hacer ruidos en horario indebido, ladridos contantes de animales de compañía o exceso de plantas en los balcones, son algunos ejemplos.
El papel de los administradores de fincas, aparte de gestionar los aspectos legales, administrativos, económicos y técnicos, también ejercen de moderadores de conflictos vecinales.
La atención como máxima prioridad
Transparencia, efectividad y honestidad son los tres conceptos que definen a los administradores de fincas Beniroig que velan por la tranquilidad de los vecinos de los edificios que gestionan dando al detalle y en cualquier momento la información que sea necesaria.
Lo que en una empresa sería un correcto funcionamiento del servicio de atención al cliente, en un administrador de fincas es prioridad la atención al vecino que puede tener un problema y requiere de una inmediata y rápida respuesta para solucionarlo.