Camboya, al sur de Indochina, cuenta con una población de alrededor de 15 millones de habitantes y una renta per cápita en 2014 de 816 euros -una década antes era de 327€-. Pero a pesar del continuo crecimiento del producto interior bruto del país en los últimos años, no todas las zonas lo han hecho al mismo ritmo.
Una de las que más ha visto empeorar la calidad de vida de sus habitantes es la que rodea el lago Tonle Sap, reserva de la biosfera de la Unesco desde 1997 en la que viven más de un millón de personas en aldeas flotantes, una zona bajo amenaza grave de contaminación y ante un riesgo creciente de epidemias y enfermedades que se ha convertido en el objetivo del último concurso de arquitectura organizado por Eleven, Cambodia 2015.
Esta convocatoria internacional se centra en mejorar la situación de los vecinos de este lago, que viven en casas flotantes y cuya economía se sustenta en la pesca. El agua del lago es el eje de su vida diaria: la utilizan tanto para el uso diario y el aseo como para beber, lo que da una idea del problema que supone la cada vez mayor contaminación de esta laguna, la mayor extensión de agua dulce del sudeste asiático: 2.590 km² que pueden llegar hasta los 24.605 durante la estación de las lluvias.
Los alrededor de 1.200.000 habitantes de los palafitos del lago Tonle Sap, la mayoría de origen vietnamita, disponen de generadores eléctricos e incluso muchas de las casas están presididas por una antena de televisión. En el lago también existe un colegio, pero los edificios comunes no van mucho más allá.
Con esta breve descripción es fácil hacerse una idea de las necesidades que acucian a esta comunidad. Y ahí es donde quiere Eleven intervenir con el concurso Cambodia 2015 y con la arquitectura como fuerza innovadora y herramienta transformadora. De hecho, parte de los beneficios de la inscripción al concurso se destinarán a la ONG local Angkor Hospital for Children (AHC).
El proyecto deberá centrarse en dar solución estructural a las principales necesidades de la población en materia de sanidad, educación y comunicaciones, ya que el tránsito entre las distintas poblaciones que se han formado en el lago es una de las dificultades de quienes allí viven.
La acuciante contaminación y los niveles de polución cada vez más cercanos a la toxicidad no sólo pueden convertirse en un problema de carácter humano, tanto para los habitantes de la región como para los miles de personas en Camboya para quienes el lago Tonle Sap es un recurso natural vital, sino medioambiental: el ecosistema de estas marismas es el hábitat de unos 100 tipos de aves y unas 150 especies acuáticas.
Uno de los aspectos más interesantes es que no se trata de un concurso de arquitectura teórico, sino que desembocará en un proyecto real para la creación de una estructura en el sitio. Así, el ganador, además de recibir un premio económico de 1.500 libras, podrá participar como parte del equipo de diseño para el proyecto en Camboya.
El concurso Eleven Cambodia 2015 está dirigido a arquitectos, diseñadores, estudiantes y equipos multidisciplinares. El jurado del concurso está formado por Andrew Maynard, Arthur Andersson, Camillo Boano, Christine Murray, Elena Douvlou, Ingrid Bille, Massino Forese, Mathilde Marengo, Perry Hooper, Shaun O’Rourke, Tom Kundig, Andrea Verenini.
Tras el fallo del concurso, el proyecto continuará con una serie de actividades que pretenden sensibilizar sobre la situación que padecen en la región, como exposiciones y publicaciones internacionales. El plazo de registro termina el 11 de septiembre.