Desde las primeras épocas el ser humano ha buscado la novedad para su vivienda, en cuanto a lo que decoración se refiere, como es el caso de las pinturas rupestres, y en cuanto a habitabilidad y tecnología,
Pues bien, en los tiempos que vivimos esa necesidad innovadora está más latente que nunca, es una necesidad imperante poseer la última novedad, estar a la vanguardia.
En este caso vamos a hablar de la carpintería exterior. La carpintería exterior se encarga de proporcionar toda la estructura y elementos necesarios tanto para la decoración como para la propia estructura en sí. Concretamente vamos a analizar un elemento altamente atractivo de manera visual, el muro cortina de madera.
El muro de cortina es una fachada ligera que compone una estructura auxiliar situada delante de la estructura en sí, revistiendo a ésta. Este muro de cortina se crea acoplando diferentes elementos de bajo peso y espesor que serán unidos a la estructura principal sin constituir parte de la estructura.
Como podemos ver, el muro de cortina es un elemento peculiar de la carpintería exterior y proporciona capacidad estética y dinámica sobre el edificio del que forma parte, sin ser parte esencial para el funcionamiento del mismo. Se trata por tanto de dotar a los edificios de decoración funcional además de una personalidad propia y peculiar.
Entre los elementos usados en el muro de cortina destacamos el aluminio y la madera, elementos opacos por lo general, combinados con elementos transparentes de acristalamiento. Dentro de este tipo de carpintería exterior debemos tener en cuenta que en caso de ser necesario, los elementos deben ser fácilmente reemplazables uno a uno. Además debemos tener en consideración su ventilación, sistemas de tratamiento para aguas de lluvia y condensación, etc.
Con el muro de cortina de madera, daremos un toque innovador con recuerdo a lo más clásico a nuestros edificios.