Todos tenemos muy claro lo que es la construcción, los obreros, los ladrillos, y los arquitectos. Pero el mundo de la construcción no es únicamente eso. Pero antes de complicar un poco los conceptos, me gustaría definir propiamente el término.
Construcción, acción de construir. Hasta ahí bien. Es considerada un arte (o técnica, según se vea) de fabricar edificios e infraestructuras. Pero si queremos dotar al concepto de un sentido más general, podríamos afirmar que la construcción es todo aquello que necesita un proyecto, y una planificación previa y premeditada. Vamos, cualquier cosa que exija una serie de fases o de puntos a seguir antes de llevar a cabo lo que queramos hacer, o construir. Por ejemplo, Lego. O más realista aún, las obras de construcción comunes.
La segunda acepción de esta definición es considerar construcción cualquier obra construida o edificada. Se incluyen bajo esta opción las edificaciones o infraestructuras que están en proceso de realización, además de todo el terreno utilizado para la ejecución de las mismas.
Se puede aglomerar los tipos de construcciones en cinco ámbitos concretos: residencial, comercial, industrial, obras públicas e institucionales. Bien, teniendo todo esto ya un poco más claro, me gustaría explicar cuáles son las fases principales de construcción. Todo el proceso constructivo se divide en ciertas pautas o acciones a llevar a cabo en un plazo de tiempo determinado. Cada fase guarda relación con diferentes oficios.
Nada más empezar, se produce el vallado de obra e implantación de casetas de obra y grúas. Algo lógico, instalar zonas en las que puedan recrearse los obreros y limitar las zonas susceptibles de ser utilizadas para la construcción del edificio. Detalladamente, diremos que:
– Habrá de realizarse una serie de cierres perimetrales auxiliares. ¿Qué quiere decir esto? Muy fácil. Antes de iniciar una obra, se instalan los cierres, cuyo objetivo es proteger y separar la construcción (o la obra) de los espacios públicos. Los materiales utilizados para esta tarea suelen ser ligeros, para facilitar su colocación, instalación, y posterior retirada.
– También será necesario instalar las casetas de obras (conocido también por el nombre de faenas) y otras casetas auxiliares. Los vestuarios, oficinas técnicas y servicios entran dentro de este grupo. Las casetas normalmente son containers o bóvedas provisionales. En ellos se almacena toda la información de la obra: documentos, planos, cálculos, memorias técnicas… Ahí es donde trabajan los profesionales de obra, básicamente.
Tras delimitar perfectamente la escena del crimen (no me malinterpretéis, me refiero a la obra, por supuesto) llega la fase de preparación del terreno. Para ello, hay que desarrollar una serie de actividades:
– Limpiar el terreno con ayuda de máquinas retroexcavadoras. En general, de lo que se trata es de eliminar al máximo todo el material que pueda interponerse en la construcción o dificultarla. Elementos como arbustos, hierba o basura serán eliminados, dejando el terreno despejado.
– Marcar las dimensiones de la base. Se conoce como replanteo, y normalmente tiene por objetivo señalizar las líneas generales de la estructura, a modo de guía.
– Excavación en general. Esta vez, el replanteo viene de manos de la cimentación y el saneamiento. Esta fase engloba la excavación de la zona, en busca de terreno con una dureza aceptable para poder asentar la cimentación. Ésta será encofrada y hormigonada, añadiendo pilares y muros de sótano. La estructura general estará compuesta del encofrado, como hemos mencionado antes, del hormigonado, y sobre todo de forjados y losas de escalera.
La cubierta ya es otro tema aparte. Se utiliza el encofrado y hormigonado, nuevamente, sobre el forjado de cubierta. De esta manera, se puede desarrollar la impermeabilización y la selección de tejas o pavimento, dependiendo de si es plana o no (la cubierta)